lunes, 17 de septiembre de 2007

Propuesta L5

[La propuesta] que a mí me parece más equilibrada (...) es crear una especie de "L5" que hiciera el recorrido Prado-San Jerónimo-La Rinconada, compartiendo túnel con la L3 desde Leal Castaño hasta el Prado. En el Prado la estación podría tener algún tipo de apartadero para que el conductor se pudiera cambiar de extremo sin molestar a los trenes de la L3. Del mismo modo, podría haber un montaje similar en el apeadero de Cercanías, para que no todos los trenes tuviesen que llegar a La Rinconada.

De esta forma se solucionan muchos problemas:

En primer lugar, es una línea corta, por lo que no son necesarios muchos trenes para cubrirla, y la infraestructura extra es prácticamente nula (salvando el enlace de Leal Castaño y la solución que se de para el Prado, que puede ser tan sencilla como reservar una tercera vía intermedia al andén, o, si la L3 va bajo la Pasarela, poner la estación terminal de la L5 bajo la glorieta del Cid).

En segundo lugar, garantiza un servicio a plena frecuencia tanto en Pino Montano como en San Jerónimo, sin que ninguna zona urbana deba sacrificarse por la otra ni por las conexiones metropolitanas. En lugar de tener que dividir la frecuencia, L3 y L5 tendrían ambas la frecuencia "completa" (del orden de 3.5 minutos en hora punta, 7 o así en hora valle); además, por cuestiones de servicio la frecuencia podría ser diferente en ambas ramas. Esta frecuencia alta es especialmente deseable porque L3 y L5 actúan como alimentadores por el Norte de las paradas de la C-2 y C-5 ubicadas en los barrios respectivos.

En tercer lugar, la gente procedente de San Jerónimo accede a cualquiera de las otras cuatro líneas de Metro sin más que hacer un transbordo: la L4 tiene correspondencia en Leal Castaño, la L2 en Puerta Osario, la L1 en Prado y la L3 en todo el corredor Leal Castaño-Prado. También se suman a esto ambas ramas del Metrocentro y los nuevos intercambiadores de TUSSAM asociados que se crearán en Prado y Puerta Osario a corto-medio plazo. El servicio a Cercanías queda garantizado con la estación del barrio, y también hay intercambio con las terminales del Consorcio de Macarena y Prado. Así que garantiza un acceso de calidad a todos los medios de transporte, en igualdad (¡o ventaja!) con muchos otros barrios de la capital.

En cuarto lugar, todas las ventajas del anterior trazado son también extensibles a los usuarios que procedan de La Rinconada, que se ahorrarán también el transbordo en Leal Castaño.

Y en quinto lugar, este último corredor del que he hablado, Leal Castaño-Prado (el eje Norte-Sur del centro histórico), quedaría como un servicio con doble frecuencia, con prácticamente un tren cada minuto y medio en hora punta y cada tres minutos en hora valle. De esta forma, no sólo se favorece el servicio a zonas con mucha capacidad de atracción de viajeros (hospital y facultades de la Macarena, estación del Prado, Rectorado), sino que además se crea un eje natural de conexión L1-L2-L4-MetrocentroSur-MetrocentroNorte que hasta el momento no está previsto en la red. Creo firmemente que esta solución evitaría la necesidad de andar a vueltas con el famoso ramal de Nervión y las divisiones de L1 o L2 que lleva aparejadas. Si estás en la L2 y vas a una estación de la L1, o viceversa, puedes hacer el transbordo sin esperar más de un minuto al tren a través del corredor Puerta Osario-Prado. Sigue siendo una solución peor que cruzar las líneas 1 y 2, pero creo que es mucho mejor que crear un ramal por Nervión a costa de dividir la frecuencia de una de las líneas. Y de paso se favorece también la rama de la L4 que viene de Ingenieros y compañía, así como la conexión con las dos ramas del Metrocentro.

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